lunes, 18 de agosto de 2014

Gutierre-Muñoz


Desde Orbita, tomando una carretera local que va paralela a la autovía, dirección Ávila, y a 2 kilómetros escasos está Gutierre-Muñoz. Al igual que Orbita y Espinosa de los Caballeros es una población que ha sufrido un fuerte proceso migratorio pasando de los 446 habitantes censados en 1910 a los escasos 79 del pasado 2013, aunque aún viven menos en invierno, y en el que prácticamente no hay niños; los que pude ver son los niños de las familias que veranean y dan al pueblo cierto ambiente de bullicio en estos meses de calor. Cuando llegué estaban preparando las fiestas, se oía música, las calles y algunas casas estaban engalanadas con pendones y banderines medievales muy vistosos.


Buscando el origen del pueblo encontré que Gutierre-Muñoz debe su nombre de un pueblo surgido a raíz de su posición en una cañada real, aunque no encontré más información. Fue reconquistada y repoblada entre los años 1085-1088, como los anteriores, por Alfonso VI bajo la dirección de Raimundo de Borgoña, “se repobló por el del mismo nombre documentado como “villicus in Castella” en 1097”. Lo más destacado de su historia es que aquí muere en 1214 Alfonso VIII el rey de Castilla vencedor de Las Navas de Tolosa (1212) cuando se dirigía a Plasencia, la última ciudad de sus dominios, a causa de unas fiebres. En esta época debió existir un palacio hoy desaparecido.


Según las notas de Manuel Gómez-Moreno, la iglesia parroquial es “toda de principios del siglo XVI; su crucero, sus brazos y capilla mayor, con arcos apuntados y semicirculares, los más de ellos sin capiteles, y bóvedas de crucería; nace y colateral a la izquierda, comunicándose por un vasto arco escarzado, de poca altura. La nave principal tiene rica armadura morisca” a partir de aquí la descripción que hace del artesonado he de confesar que me es prácticamente ininteligible, aunque termina asegurando que la armadura “es una de las más bellas de esta región”.


La iglesia, como la de Espinosa de los Caballeros y la de Orbita está en el extremo este del pueblo, y como la primera, tiene adosado el cementerio al edificio. Un vecino me abrió la  iglesia y me dejó solo en la entrada. En el interior pude pasear con total libertad y en completa soledad, aunque sin guía, por lo que tuve que atenerme a mis anotaciones. El artesonado, la “armadura morisca” es, en efecto, una de las más bellas que he visto, aunque la nave de la derecha tenía un techo como el de cualquier casa de la zona. Me llamó la atención la amplitud del templo de dos naves, puesto que donde debía estar la tercera, se abren tres ventanas sobre una sala adosada que podía ser la sacristía. Estas ventanas abiertas al mediodía, inundan de luz el templo y le dan una sensación de desahogo y espacio.


Sobre las iglesias de dos naves José Luis Gutiérrez Robledo comenta que “son templos llenos de interrogantes que deben ponerse en relación con otros similares en la Moraña y provincias limítrofes en los que no queda nunca claro cómo era el proyecto inicial. La planta y las imágenes de lo conservado parecen indicar que la parroquia de Gutierre-Muñoz fue un templo mudéjar de una única nave, reformada en el siglo XVI pensando en levantar un edificio de 3 naves al que se le incorporó el ábside semicircular, el cuerpo de la torre y el espacio de la anterior nave”; en este caso los vecinos me comentaron que la planta de la iglesia estaba diseñada por Juan de Herrera, aunque éste no llegó a concluirlas las obras.


Sobre la decoración del interior de la iglesia, ésta tiene varios retablos, y siguiendo a Gómez-Moreno, el principal es “de mediados del siglo XVII, con pinturas y esculturas de poco valor. Lienzo con entierro de Cristo, poco menor del natural, que recuerda a Miguel Coxie, y será copia, pues otra igual hay en el museo de Valladolid”, lienzo que me fue imposible encontrar, y una cerámica en el “frontal de azulejos de Talavera, con la figura de S. Juan en medio, en su capilla que data de 1645; semejante a los de Sanchidrián y Martín Muñoz de las Posadas”, dos pueblos cercanos.


Permanecí allí casi una hora contemplando a mis anchas los retablos, la crucería y el maravilloso artesonado morisco. A la salida había un cartel que pide la voluntad para el mantenimiento del templo, y ya en la calle un grupo de adolescentes ensayaba los bailes para las fiestas. Llegué hasta la calle del Palacio, donde hay un local social, lugar de reunión de los vecinos. Allí mantuve una entretenida charla sobre la autoría de los planos de la iglesia de Juan de Herrera y el lugar donde se encontraba el palacio y si existían algunas ruinas. Me indicaron que el palacio estuvo justo detrás del local, donde en la actualidad hay un edifico moderno, por lo que no existen ni ruinas ni vestigios visibles. Después la conversación derivo en la difícil situación demográfica y el envejecimiento de la población que hace prácticamente irrecuperable el pueblo y me mostraron alguna de las casas modernas que me parecieron de buen gusto y edificadas bastante acorde con el conjunto.

Como comentaba al principio, en el pueblo murió Alfonso VIII ; éste y su época son los protagonistas de las fiestas, el pueblo se engalana de época medieval y se hace una representación teatral de la vida del monarca. Me invitaron, antes de machar, a recorrer el pueblo y ver sus galas, lo que hice con sumo gusto para poner fin a esta excursión por tres pequeñas poblaciones que, si nada lo remedia, tienden a desaparecer y que cuentan con un riquísimo patrimonio cultural, histórico y humano: Espinosa de los Caballeros, Orbita y Gutierre-Muñoz.

Estatua del rey Alfonso VIII en Soria
Para esta entrada he consultado la siguiente bibliografía:

Historia de Ávila, Tomo II, . Institución Gran Duque de Alba de la Diputación de Ávila. Caja de Ahorros de Ávila. Los artículos de Ángel Barrios García, Conquista y poblaciónÁvila, 2000; Tomo VGutiérrez Robledo, José LuisArquitectura Románica y MudéjarÁvila, 2013.
Catálogo Monumental de la provincia de Ávila, Gómez-Moreno, Manuel, Ed. Institutción Gran Duque de Alba y Ministerio de Cultura, Dirección General de Bellas Artes y Archivos, Ávila, 1983.

Unos meses después de mi visita se colocó esta placa conmemorativa
del octavo centenario de la muerte del rey Alfonso VIII

2 comentarios:

  1. Todos los habitantes de Gutierre-Muñoz, le damos las gracias por este comentario de nuestro pequeño tesoro. Los mas jovenes queremos que nuestro pueblo, al igual que Orbita y Espinosa de los Caballeros, no desaparezcan y prosperen, pues para nosotros tiene una gran importancia en nuestras vidas. Y como no, le invitamos a volver pues sera bienvenido

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    1. Gracias a vosotros por vuestra acogida y las facilidades que me habéis dado para hacer estas entradas. Ojalá que vuestros esfuerzos, que no son pocos, se vean recompensados y podamos ver en poco tiempo el resurgir de vuestros pueblos.

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